El sector industrial y empresarial se caracteriza por la gran cantidad de suministro eléctrico que necesita para llevar a cabo sus procesos de trabajo. Si tenemos en cuenta los datos de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), observaremos que la industria española cuenta con unos costes energéticos superiores en un 30% a los de nuestros vecinos europeos o a los de EEUU.
Por ello, una de las medidas más importantes que hay que tomar es reducir los costes de la energía que consume, independientemente de su tamaño o sector de actividad. Analizar el consumo energético anual de una compañía nos da una visión global fundamental para rebajar el coste energético e incrementar la rentabilidad de la empresa. Pero, ¿sabes cómo ahorrar en la factura de la luz dentro de tu empresa? Sólo con la implantación de unos buenos hábitos de consumo es posible reducir el gasto fijo en electricidad entre un 10 y un 15%.
Nosotros te recomendamos que hagas un estudio detallado del consumo de tu negocio. Gracias a este tipo de auditoría, podemos detectar qué modelos son los que mejor se adaptan a tus necesidades, según el sector y la instalación. Además, nos permite determinar que todos tus equipos se encuentran en un estado óptimo, descartando fallos en el rendimiento, y reduciendo el temible coste kWh. Lo más importante es conocer en qué se gasta la energía: Monitorizando su consumo podrás determinar en qué se está consumiendo la misma.
A la importancia de tener una empresa optimizada energéticamente para hacerla más competitiva hay que sumarle que, al ahorrar electricidad somo también respetuosos con el medio: el 20% de la energía que se consume en Europa se pierde como calor residual industrial, lo que es directamente proporcional a más contaminación por la producción de energía y más contaminación térmica por la energía no aprovechada en el consumo.
Por su inmediatez e importancia, esta es la primera medida para ahorrar en la factura de la luz sin necesidad de modificar los hábitos de consumo. Pero no lo decimos nosotros, según un estudio de Endesa, el 60% de las pymes podría ahorrar entre 500 y más de 2.000 euros al año si ajustara esta cantidad a sus necesidades reales. En la mayoría de instalaciones el 50% de la base imponible de la factura eléctrica lo representa la potencia. Cuando contratas una potencia determinada y la superas en un 5%, se te penaliza. Pero si consumen menos también, ya que se aplica la máxima estipulada. Ten en cuenta que, además, según tu comercializadora y tu contrato, puedes haber todo un campo de penalizaciones. Una buena idea es fijar una alerta de exceso de potencia contratada.
Las potencias de electricidad domésticas son iguales o inferiores a 10 kW. Las destinadas a pymes varían entre los 10,35 kW, 11,50 kW y 14,49 kW en función del tamaño de la empresa o de la electricidad requerida. Además, tienen por defecto tres periodos horarios con diferentes precios definidos por el Gobierno.
Para realizar el cambio de potencia, en caso de que sea motivo de ahorro, bastará con llamar a la compañía que nos suministra la electricidad y solicitarlo. Necesitarás tener a mano los datos de la empresa y el código universal de punto del suministro (CUPS); lo puedes encontrar en tu última factura. También puedes contactar con nosotros para que te gestionemos de manera profesional el análisis de tu empresa y el posible cambio de la potencia contratada.
Otro elemento que se suele pasar por alto, que también repercute en la factura, es la energía reactiva. Es la que los motores y transformadores absorben y devuelven constantemente a la instalación mientras están en funcionamiento. Cuando se revierte a la red, dificulta el paso de la electricidad, provoca caídas de tensión y disipa el calor. Consumir demasiada energía reactiva, conlleva una penalización en la factura eléctrica, por tanto, controlar el consumo de este tipo de energía es importante, porque puede ser el 30% del importe total de tu factura.
Para gestionarla tienes que instalar baterías de condensadores, ya que pueden igualar la cantidad de kVar/h que revierten a la red, anulando sus efectos nocivos. Según el citado estudio de Endesa, el 78% de las pymes no dispone de este tipo de baterías. Con las baterías de condensadores mejoras la estabilidad y la calidad del suministro eléctrico y optimizas la capacidad y el rendimiento de la instalación eléctrica.
Otro de los puntos clave para ahorrar electricidad es la climatización de tu negocio. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que el 10% de la electricidad que se consume en el mundo se destina a sistemas de climatización. Calculan que, en 2050, se utilizarán cerca de 5.600 millones de dispositivos de este tipo en todo el mundo.
Una mala utilización de la calefacción o el aire acondicionado también contribuye a incrementar tu factura energética. Por ello, cuando uses la calefacción asegúrate de aislar correctamente depósitos, calderas y las tuberías. En el de aire acondicionado, instala el condensador en un sitio lo más fresco posible, donde no del sol directamente. Además, no olvides revisar y limpiar el sistema cada 3 meses aproximadamente. Si es necesario también puedes instalar toldos que eviten el impacto directo del sol durante el día. Finalmente regula la temperatura en 25º en verano y 20º en invierno.
La iluminación natural es lo mejor porque te permite reducir el consumo y es beneficioso para reducir la fatiga visual, pero, según el lugar, el espacio y el horario de trabajo, es bastante complicado poder disfrutar de ella. Así que, más o menos, estás ligado a la luz eléctrica dentro de tu negocio. Ahora bien, ¿sabes si tu empresa cuenta con la iluminación que necesita realmente? Si no lo tienes claro, empieza por instalar reguladores de flujo luminoso. Con ellos puedes estabilizar la tensión de alimentación de tu sistema de iluminación y, por tanto, regularlo.
En segundo lugar, elige el sistema que mejor se ajuste a tus necesidades. Seguro que, a estas alturas, ya conoces o utilizas bombillas LED. Cada vez tienen más presencia en organizaciones públicas y privadas, gracias a su rendimiento y vida útil. No precisan de tanta energía para funcionar y pueden disminuir el consumo en hasta un 88%.
Haz un estudio y un plan de mantenimiento en el que figure cuándo hay que cambiar las que ya tienes, de qué modelo y tipo serán las nuevas y qué procedimiento vas a seguir en el cambio. Este plan, como parte de un correcto mantenimiento, también debe reflejar la frecuencia de limpieza. Como norma, hazlo al menos dos veces al año.
Finalmente, debería plantearte automatizar el sistema de iluminación. Gracias a sus sensores, estos dispositivos detectan la presencia de las personas en el negocio y sólo se encienden cuando es necesario. Su uso puede hacer que tu empresa ahorre hasta un 50% en la factura.
¿Sabes que también puedes ahorrar gestionando correctamente tus equipos de oficina? En este aspecto te recomendamos que configures en todos los ordenadores de la empresa el modo “Ahorro de energía”. Según el sector empresarial en el que te muevas, los ordenadores pueden llegar a suponer un consumo de hasta un 60% en electricidad. Además, recuerda que si no se van a utilizar en periodos de más de 1 hora es preferible apagarlos. Para pausas de menos tiempo, apaga la pantalla o configúralo con la citada función de “Ahorro de energía”. Así mismo no olvides apagar las fotocopiadoras o las impresoras durante la noche y los fines de semana. Te supondrá hasta un 10% de ahorro.
También te recomendamos que valores la utilización de tecnologías M2M (Máquina a Máquina), con este sistema se puede reducir hasta en un 20% en los costes de energía, identificando los recursos malgastados y patrones de funcionamiento. Puedes sumarle todo tipo de aplicaciones domóticas, con las que es posible regular de manera automática la iluminación, instalar temporizadores y detectores de presencia, etc., para que sólo se utilice la energía que realmente necesitas.
Más que un ahorro es una ayuda. Muchos municipios disponen de ordenanzas ecológicas que facilitan la transición hacia sistemas energéticos “verdes” y promueve la eficiencia energética de las empresas. Dirígete al ayuntamiento de tu localidad para saber si existen y tienes opción. No olvides que además tienes las subvenciones autonómicas, como por ejemplo las del EVE o el IDEA, que ofrecen una línea de ayuda para pymes del sector industrial que busquen implementar medidas de ahorro energético.
Si quieres que todos estos consejos tengan un efecto continuo en la reducción del consumo eléctrico y del importe que pagas por la factura eléctrica, que todas las personas que trabajan en tu empresa se comprometan para conseguir reducir el gasto energético.
Recuerda que Medhesa pone a tu disposición una amplia oferta de servicios para implantar medidas de eficiencia energética en tu negocio.