El final del carbón como fuente de generación eléctrica, tiene los días contados en Europa. Así lo apuntan todos los análisis, a pesar de que actualmente es responsable del 20% de la electricidad y el 65% de las emisiones del sector eléctrico de la UE. Según el Instituto de Investigación Ambiental del University College Cork, el fin de las centrales térmicas del mix europeo se producirá cuando los precios del sistema de comercio de emisiones se dupliquen. Esto significa que, a día de hoy, aunque se ha encarecido, el carbón sigue siendo barato.
Una unidad de electricidad que se genere partir de carbón llega a producir hasta tres veces más CO2 que una generada a partir de gas natural. El problema es que los precios del gas también han aumentado significativamente. Los precios más altos del CO2 ayudan a que el precio del carbón suba, pero también afecta el gas.
Los verdaderos beneficiados de que tengamos precios más altos para los combustibles fósiles son las fuentes renovables: la solar y la eólica.