Se está hablando mucho en los últimos meses sobre posibles fusiones de grandes compañías dentro del sector energético. Casi todas las miradas están siempre puestas en Gas Natural Fenosa.
Al principio de este verano se oyeron rumores de una fusión con Endesa. Enseguida salieron voces para decir que competencia nunca permitiría una fusión entre estos dos colosos, puesto que además de controlar más del 50% de la distribución nacional, la empresa resultante tendría una posición de dominio en el mercado tan importante que haría que la CNMC pusiera tantas condiciones en el posible acuerdo que acabaría llevando a que finalmente dieran marcha atrás. En cualquier caso, lo que sí que se vería con buenos ojos es la vuelta de Endesa a tener un capital nacional mayoritario, aunque el estado italiano, que la controla a través de Enel, también tendría que decir mucho al respecto.
En las últimas semanas se está comentando en medios especializados, en cambio, la posible fusión esta vez entre EDP y Gas Natural Fenosa. En este caso ya no habría tanto solapamiento como con Endesa. Aunque EDP también presenta intereses en España, estos son menores. Por tanto ambas compañías se podrían complementar. EDP tendría acceso al mercado español del gas natural, mientras que Gas Natural Fenosa tendría acceso al mayor desarrollo de la energía renovable de EDP. Los intereses de los países hispanohablantes de la española, se verían reforzados con los de EEUU y Brasil de la portuguesa en América. En definitiva, un ahorro de costes importante. Se convertiría en un auténtico gigante, mayor que otras grandes compañías europeas del sector como la francesa EDF.
En cualquier caso, desde el Ministerio de Energía ya se ha advertido que con los cambios que se van a producir con la llamada transición energética, van a dejar de tener sentido las grandes empresas en el sector y que vamos hacia un modelo con más operadores y donde los costes fijos no serán tan elevados.
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